Los lentes de contacto están elaborados a base de materiales sintéticos, los cuales de no ser limpiados correcta y constantemente, se permite que microorganismos y depósitos se acumulen en la superficie del lente y sean absorbidos por el mismo y atenten contra la salud de tus ojos.
Para asegurar la comodidad, calidad y buen funcionamiento de tus lentes de contacto utiliza soluciones que sean compatibles para los materiales del lente como de tus ojos.
El agua de grifo no debe ser usado para enjuagar los lentes de contacto ya que dañan a tus lentes y a tus ojos, ya que contiene cloro, minerales y partículas de metal y que a su vez están cargados de microorganismos que pueden causar serias infecciones en el ojo. Tampoco el agua hervida, salina, purificada o destilada desinfecta los lentes de contacto y no debes utilizarla para este fin.
Y si eres un experto o experta para el cuidado de tu salud visual recuerda que no debes descuidar estos 4 aspectos fundamentales:
1. Limpieza y desinfección: previenes la aparición de microorganismos responsables de las infecciones en los ojos.
2. Conservación: los lentes de contacto deben ser guardados en soluciones aprobadas para el cuidado y conservación de los mismos.
3. Rehumectación: usa gotas aprobadas para rehumectar tus lentes de contacto y aliviar los síntomas de resequedad, este aspecto te brinda comodidad mientras usas tus lentes.
4. Estuche Portalentes: existen innumerables estudios que indican que por más limpio que sea un lente de contacto, los estuches son fuente de contaminación microbiana, por eso debes limpiarlos o cambiarlos frecuentemente, así reducirás al mínimo el riesgo de padecer infecciones oculares.
No olvides que debes atender a las indicaciones de tu oftalmólogo, optometrista y de los fabricantes de los elementos que te brindan de salud visual.
2. Conservación: los lentes de contacto deben ser guardados en soluciones aprobadas para el cuidado y conservación de los mismos.
3. Rehumectación: usa gotas aprobadas para rehumectar tus lentes de contacto y aliviar los síntomas de resequedad, este aspecto te brinda comodidad mientras usas tus lentes.
4. Estuche Portalentes: existen innumerables estudios que indican que por más limpio que sea un lente de contacto, los estuches son fuente de contaminación microbiana, por eso debes limpiarlos o cambiarlos frecuentemente, así reducirás al mínimo el riesgo de padecer infecciones oculares.
No olvides que debes atender a las indicaciones de tu oftalmólogo, optometrista y de los fabricantes de los elementos que te brindan de salud visual.
FUENTE: Ciba Visión
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