La lectura, al igual que cualquier otro hábito se adquiere con la estimulación y el ejemplo, al hacerla parte de la rutina diaria representa grandes ventajas para quien es un asiduo lector: perfecciona el lenguaje y la ortografía, amplía sus relaciones sociales, acepta diversos puntos de vista, adquiere herramientas para exponer sus propias ideas con facilidad, etc.
Pero la más grande de las virtudes de la lectura es la de transportar al lector a otros mundos, tiempos, lugares y realidades que fomentan el uso de la imaginación.
Debido a que la lectura es una actividad basada en esfuerzo y dedicación, el lector no nace, se hace y mientras más pequeños se hagan, lo niños tendrán un sinnúmero de ventajas para su aprendizaje a lo largo de la vida.
Descubre cómo puedes inculcar el hábito de la lectura en los más pequeños:
- Hablarles a los bebés desde que están en el vientre y leerles desde que nacen, les permites acostumbrarse a la palabra hablada, la cual conlleva a la relación de palabras y sonidos.
- Ofrece a los pequeños una biblioteca con libros gráficos, de pintar y cuentos.
- Leerles antes de dormir crea una rutina de lectura, ya que se acostumbran a que en el mismo horario y bajo la misma circunstancia desarrollen este hábito.
- Elige libros de acuerdo a los intereses que el niño manifieste, de no ser así su atención puede perderse.
- Evita ofrecerles lecturas nocivas o violentas, ya que esto influye en su vida, pensamientos y en la toma de decisiones.
Leer no es sólo una acción que exclusivamente se haga en la escuela, los niños se interesarán en los libros y en las revistas si se encuentran a su alcance.
Los niños que no encuentran la lectura atractiva, ya sea por déficit en su atención o por aburrimiento, pueden leer jugando, puedes inventar una historia que ellos describan o representen teatralmente, así encauzarán su inquietud por el juego junto con el hábito de la lectura.
FUENTE: Los Andes
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