La piel es una capa externa que cumple importantes funciones para nuestro bienestar, como la preservación de la temperatura y la protección de los rayos ultravioleta. Por eso es tan importante que la cuidemos.
La piel es un órgano sensible y estar expuesto a los agentes externos la hacen aún más vulnerable, sobre todo en el verano puesto que el calor deshidrata la piel con mayor rapidez y disminuye su elasticidad natural.
Así mismo, la humedad provocada por la transpiración resulta un factor de infecciones. También se ha demostrado que la exposición al sol, sin ningún tipo de protección, predispone al cáncer de piel y el envejecimiento prematuro.
Por eso, es indispensable hidratar y limpiar la piel a diario durante el verano y para la prevención de arrugas, bolsas u ojeras habrá que poner mayor atención en la zona que rodea a los ojos.
El cuidado de la piel debe realizarse en dos pasos:
- Limpiar y tonificar. Las cremas solares y el calor resecan la piel, se recomienda usar cremas desmaquilladoras y tonificantes suaves que permitan que tu piel respire.
- Hidratar la piel. Hay que realizar una hidratación de la piel cada vez que uno lo sienta necesario. La crema hidratante es indispensable para que no se reseque la piel y pierda así su luminosidad natural.
Durante el día, aplica una crema facial para mantener tu piel tersa y una crema hidratante para el cuerpo luego de cada baño. No olvides beber suficiente agua para hidratar tu cuerpo por dentro. Por la noche se debe aplicar una crema para fortalecer y regenerar la piel, así se aprovecharán las horas de sueño.
Para cuidar el contorno de los ojos opta por una crema específica para esa zona, aplica una mascarilla calmante o refrescante una vez por semana.
Con estos simples consejos podrás lucir una piel protegida y por supuesto, espléndida, durante todo el verano.
Y tú ¿cómo cuidas la piel de tus ojos?
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